A un ritmo de casi cuatro por mes, el 2011 ha sido el año en el que más cosas he publicado. Entre cuentos, crónicas, reportajes y artículos, un total de 36 escritos fueron subidos a Internet desde mi computadora.
Esta es una lista de las que más nos gustaron a ustedes y a mí. Debajo de cada imagen está el enlace para que puedan leer la nota otra vez.
Cuentos
22 de abril
En 89decibeles alguien propuso el tema de “cuento histórico” y luego de pensar en varias opciones, el mítico terremoto de Limón de 1991 ganó el protagonismo.
Hubo un tiempo en mi infancia en el que empecé a coleccionar recuerdos del terremoto y fue así como conocí esas y otras historias. Aún hoy, cuando el tema se da y la persona tiene edad suficiente, pregunto sobre ese día y agrego un relato más a la colección.
Mi abuelo no vivía allá en ese entonces pero para la historia moví su taller al centro de Limón. Doña Sonia, cuyo verdadero nombre no recuerdo, no murió en el terremoto pero sí vio la explosión multicolor de los vitrales de la Iglesia.
Y la historia de mis papás, que no se llaman Viviana o Leonardo, es la más apegada a la realidad. El bebé más pequeño que se echa todo el jugo de la naranja encima soy yo…
Por fin utilicé los recuerdos ajenos que tengo guardados y un par de cosas aprendidas en la Universidad, este cuento fue un lindo reto con un lindo resultado.
IR AL CUENTO (Fotografía de La Nación)
Las nalgas de Carolina y el trabajo de Daniel
Este lo escribí para el primer concurso y el tema es el alcohol. Lo hice en la misma época que “El Monstruo y yo (Parte I)”, así que ambos fueron inspirados por el mismo lugar y ambiente.
Es otro grito de auxilio. No porque haya tenido problemas de alcohol sino porque muchos de mis conocidos en estos lugares tratan de huir consumiendo narcóticos, alucinógenos, calmantes y mucho, mucho alcohol.
Este también es un ejemplo de una realidad muy cercana.
Un final rosado
Este lo escribí cuando andaba investigando sobre el LSD para el reportaje. De hecho, mientras investigaba pensaba en escribir una historia y todavía la estoy pensando… este solo fue para el concurso (en el cual me fue bastante mal, por cierto)
Prometo volver con una historia más interesante, comprensible y ácida… este cuento, aunque tuvo poca popularidad, me gustó mucho.
El Fantasma
Cuando el mundo se quedó sin frenos fue el cuento original, con otro nombre, y de ahí extraje una secuela que presenté primero.
Mi mejor amiga Lucía, quien también escribe, me dijo que yo odiaba a Tomás. Al principio me pareció completamente absurdo pero en un minuto estaba quejándome de la inutilidad y estupidez de hermano mayor de Mati. Es graciosísimo cuando una historia que uno inventa le genera conflictos internos.
Los dibujos son bastante malos pero estoy orgulloso de ellos, después de estas publicaciones practiqué un poco más y creo que ya no soy tan malo…
Con esta historia quise recordar a los que se han ido y resaltar el increíble trabajo que les toca a los que se quedan.
El día de la última publicación, mi abuela paterna cumplía tres años de fallecida, tres años de haber dejado sin frenos el mundo de mi papá. Al final, en la octava parte, Mati se desprende del fantasma y retoma el control de su vida.
En la vida real es mucho más complicado y difícil, hay más obstáculos y los caminos son más difíciles de andar. Pero mis Matis reales son valientes e inspiran mil historias más.
De los cuatro cuentos que hice este año, este fue mi favorito. Realmente disfruté mucho hacerlo y aprecio muchísimo la respuesta que generó y la gente que terminé conociendo gracias a él. Este año vuelvo con otra historia contada en partes.
Estudiante de Periodismo
Asalto en la heladería (Crónica)
Otra tarea que agradezco haber tenido que hacer. El susto y las pérdidas de ese día no las aprecio pero el resultado del trabajo fue muy bueno. Fue una triste coincidencia.
Costa Rica consume LSD
Otra de las mejores tareas jamás asignadas. Disfruté tanto hacer este reportaje que ni siquiera guardo la impresión original porque el tratarlo como “tarea” dejó de importar. El profesor me pidió una copia para conservarla y le dejé la misma.
Quería tratar ese tema desde hace algún tiempo cuando conocí a Luis, el de los 200 trips, y empecé a escuchar todo tipo de historias relacionadas con su consumo.
No he aceptado sus constantes invitaciones (que continúan llegándome) y no dejo de hablar del tema con cuanta persona me ponga atención. Es, realmente, interesantísimo entender cómo funcionan estas sustancias y cuál es el fenómeno individual y social que causa el consumo.
Los invito a leerlo y aprender más sobre el tema porque está más cerca de ustedes de lo que imaginan.
Personales
Buenas noches
Esta fue la última publicación del año y es una de mis favoritas. La relación que tengo con Andrey es genial y compartir con él me hace sentir útil, querido y necesario.
Además, el tema de los cuentos era algo que quería tratar desde que empezamos con eso y el de Mu fue la excusa perfecta para escribirlo.
El Peque es increíble y me da miedo que crezca tan rápido, espero que con el tiempo la relación solo mejore.
El monstruo y yo (Parte I)
Cómo me gustaría haber escrito ya la segunda parte pero no ha pasado lo que tiene que pasar.
Mi famoso berrinche sobre las enormes “compañías roe cerebros” no ha sido más que eso… un berrinche. Sin embargo, algo aprendí de mí mismo cuando logré transcribir mi desesperación en oraciones lógicas.
Aprendí que importa más el respeto que tengo por mí mismo que un título o una posición, desde entonces trato de considerarlo cada vez que tomo una decisión.
Y logré desplazar el estrés a un nivel inferior, eso me permite disfrutar mis momentos agradables más que sufrir los desagradables.
Sobre el abuso, el silencio y la vergüenza
El cursor ha parpadeado un par de decenas de veces y aún no sé cómo abordar esta nota. Sin duda, una de mis favoritas de todos los tiempos.
No sé si la estructura está bien, si los párrafos y las oraciones están bien conectados. No sé si el tema puso a pensar a la gente tanto como quise y no sé si me expliqué lo suficiente. Pero las cosas que sí sé sobre esta nota, cambiaron mi perspectiva.
Aunque soy bastante honesto y logro decir las cosas al frente de la gente, esos recuerdos y emociones guardados no eran fáciles de externar. Pero Internet me dio la oportunidad de decirlo sin tener que ver expresiones faciales o ser interrumpido y así fue.
Sí, fui maltratado en la escuela y el colegio; sí, soy homosexual; y no, no soy el único…
Con eses montoncillo de párrafos de sinceridad y desnudez quise transmitir un mensaje de comprensión. Ya no para mí porque he aprendido a ser fuerte y casi que vivir con ello, sino para los que vienen detrás. Hay muchos jóvenes y niños (hasta adultos) que todavía temen y guardan silencio.
Esto no se acaba nunca y nos concierne a todos.
Después de la publicación de esta nota aquí, en Facebook y en 89decibeles recibí muchos mensajes de apoyo, disculpas del pasado y algunos elogios. Se siente muy bien estar rodeado de personas comprensivas y maduras. Se siente muy bien estar acompañado.
Cuando elegía la foto de portada, Diego Delfino (de 89decibeles) me recordó que el año pasado era una imagen de mis ojos viendo a otra parte y que sería muy simbólico que esta segunda presentara todo mi rostro viendo al lector. Me encantó la idea, calza perfecto con el contenido.
Para los que vienen detrás, insisto: no se apresuren, tómense su tiempo y háganlo a su manera pero no dejen que los maltrate nadie, mucho menos ustedes mismos.
Muchas gracias
Muchas gracias por leerme y conversar conmigo por este y otros medios. Es importantísimo ser escuchado (leído), comprendido y confrontado. Todos tenemos una voz y distintas maneras de hacerla escuchar.
Pero lo más importante de esta experiencia es que voy conociéndome más a mí mismo.
Espero que tengan un año lleno de aventuras y recuerdos bonitos. Nos leemos luego.
El 2011 - Menos Billie y más Marqo Adrián
1 de enero: Cine
2 de enero: Literatura
3 de enero: Música
El 2011 - Menos Billie y más Marqo Adrián
1 de enero: Cine
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