Después de diez horas de vuelo escuchando Lady GaGa, Michael Jackson y viendo Friends finalmente vi, a varios kilómetros de altura, el continente que pronto se comería cada fibra de mi cuerpo, Europa. Gran Bretaña, aquel día congelada y vestida de blanco, me sonrió desde el suelo y yo le sonreí de vuelta. [Video: http://www.youtube.com/watch?v=Fv97AXwFIJw ]
Casi sesenta minutos después aterricé en el Schipol International Airport, en Ámsterdam, el aeropuerto más grande que jamás haya visto (y tenido que caminar). Luego pasé por la oficina de migración, las tres entrevistas, perdí el vuelo, alcancé la hora 26 sin dormir y logré que KLM me montara en el siguiente vuelo a Berlín gratis, pero de eso no queremos hablar, ¿cierto?
El suelo europeo tiene gravedad propia, es un mundo diferente. Mi espíritu se casó con el viejo continente y amé cada segundo que pasé ahí. El aire frío y los paisajes blancos aún aparecen en sueños y las deliciosas ciudades medievales que me robaron el aliento aún son mi inspiración.
Hoy hace un año aterricé por primera vez en Europa, y es uno de los recuerdos más lindos de mi vida. Cuando aterricé en Berlín entré en un estado de felicidad tan grave que recuerdo cada sonido, figura, color y palabra pronunciada. El francés de mi derecha que intentó entablar conversación se dio por vencido cuando la lucecita del cinturón se encendió, nunca nos habríamos comprendido. Cuando el descenso fue obvio y las luces de la ciudad nos saludaban alguien dijo “It’s snowing!”. El avión desapareció por completo, por un momento no hubo asientos, aeromozas ni pasajeros. Éramos la ventanilla, yo y la nieve cayendo.
Willkommen in Berlin.
Y toqué tierra. La mamá de Ari sonrió de alivio cuando me vio y Ari arrugó la frente y me recibió con un “¿Qué pasó?”, le di una explicación de dos segundos de cómo estuve a punto de ser enviado en una caja de FedEx de vuelta a América y le sonreí al mundo.
Estaba tan emocionado que olvidé tres cosas importantes: ponerme abrigo de invierno antes de salir del aeropuerto, revisar si las maletas que había tomado de la cinta trasportadora eran las mías y que no había comido nada desde antes de volar sobre Inglaterra, pero sobreviví.[Video: http://www.youtube.com/watch?v=DFL39DD7CSY ]
Cuando salí del aeropuerto sin abrigo y la nieve rosó mi rostro me quedé ido en un estado de satisfacción mayor. La nieve y yo nos besamos, se los juro. Ari me arrastró adentro y me mudó, buscamos el auto en los parqueos cubiertos de nieve y viajamos hacia el Norte, comimos, salimos a brindar por mi llegada y reporté a Costa Rica que todavía pertenecía al mundo de los vivos.[Video: http://www.youtube.com/watch?v=-WRN4l3tBus ]
Ese día aprendí una lección bastante importante: hay dos tipos de personas, los que hemos estado en Europa y los que no. Ja.
MÁS VIDEOS: http://www.youtube.com/user/marqoadrian