lunes, 26 de diciembre de 2011

Buenas noches





Andrey tenía cinco años cuando me fui de la casa para ir al Colegio Humanístico. Cada quince días lo veía más grande y sin darme cuenta ya había entrado a la escuela, tenía amigos, fiestas de cumpleaños y bicicleta.
            Cuando terminé el colegio e inicié con la universidad y los trabajos lo vi cada vez menos, así que cuando logramos volver a vivir juntos desde el año pasado decidimos recuperar el tiempo perdido.
            Todas las noches que estoy en la casa cuando él se acuesta voy a cobijarlo y desearle una bonita noche; un día él me pidió que me quedara un rato más y le contara un cuento.
            Acuéstense y déjenme contarles este:

Había una vez…

El primer libro que se me ocurrió leerle fue Los cuentos de Beedle el bardo de J. K. Rowling. El libro lo tengo en inglés entonces leía una línea en voz baja y se la traducía en alta. Así, el primer cuento de esta historia fue El mago y el caldero saltarín.
            Al final de cada cuento, en ese libro, viene una reflexión de Albus Dumbledore entonces, se me ocurrió que nosotros podríamos reflexionar también. Desde esa noche, cada vez que terminamos un cuento hablamos de lo asqueroso, divertido, tenebroso, tonto o profundo que fue y duramos semanas riéndonos de algún chiste.
            De ese libro pasé a otros de la biblioteca de mi mamá, cuentos que he recopilado a través de mis años de colegio, más libros de la biblioteca de la casa, Internet y a veces intento inventarme uno o nos contamos un par de recuerdos.
           
…un niño que no leía…

Aunque a veces lee subtítulos, usa el Internet y estudia para los exámenes, El Peque no es un fanático de la lectura; o al menos no hasta ahora.
            Cuando yo tenía su edad, 11, ya había leído algunos libros infantiles y hasta quería hacer mi propia versión de Pantalones Cortos pero este niño es distinto, por supuesto, y está interesado en otro tipo de actividades.
            En serio, ¿quién sabe tocar guitarra y batería a los 11 años y tiene como pasatiempo favorito ir a la playa a surfear?
             Mi abuela me acusa de “alcahueta” pero no tengo más remedio: si él no quiere leer, yo le leeré. No quiero que se pierda del maravilloso mundo de las letras solo porque su hermano mayor no sabe cómo convencerlo.
            Los cuentos nos dan la oportunidad de imaginar la misma historia al mismo tiempo mientras las cobijas calientan y su cuerpo se relaja y nos dejan apartarnos de la cotidianeidad porque siempre hay un personaje nuevo y una o dos sorpresas.


           
…pero tenía hambre de cuentos…

            El Peque espera los cuentos con emoción. A veces solo por estar acompañado justo antes de dormir, otras realmente por escuchar una historia nueva y la mayoría del tiempo por las dos.
            Cuando ambos contemos muchas décadas sobre nuestras espaldas y nos encontremos con una coneja vieja o un gato guitarrista vamos a viajar en el tiempo y vamos a sonreír.
            Vamos a sonreír…
           
…y su hermano le contó uno que tuvo que leer…

            Hoy, 20 de diciembre, el niño se acostó más tarde de lo normal imposibilitando la sesión literaria. Besito, cobijas, buenos deseos y luz apagada.
            Que no me haya quedado con él no quiso decir que no hubiera sorpresas, personajes nuevos o cuento. Me gusta creer que aprendió este tipo de trucos de su hermano mayor pero démosle crédito por su persistencia y creatividad:

…por mensajes de texto.

Peque: Holis
Yo: Jaja, holis.
Peque: Un cuentis
Yo: Jajajajajajaja. Había una vez un pez llamado Mu…
Peque: lol
Yo: Y tenía de amiga a una ardilla, la más rápida escalando árboles. Mu se sentía como un estúpido porque no podía ni correr…
Yo: Entonces la ardilla empezó a burlarse de él y Mu no sabía qué hacer con su vida, así que nadaba de un lado al otro todo el tiempo…
Yo: Un día Mu no quiso ir a jugar con la ardilla y su padre le preguntó qué le pasaba…
Yo: Y Mu le explicó. El papá suspiró y le dijo:
Yo: Todos somos buenos en algo, la ardilla lo es escalando…
Yo: , yo lo soy cazando y usted nadando rápido…
Yo: Nadie podrá nadar tan rápido como usted.
Yo: Así que sonría porque usted es único a su manera, como todos
Yo: Fin :D
Peque: lol =)



            Un éxito. La minúscula historia de Mu notablemente inspirada en la famosa frase de Albert Einstein sobre los peces que no pueden escalar árboles se convirtió en el primer cuento de mi autoría que El Peque leyó y que jamás haya contado por mensaje de texto.
            Él feliz por lograr convencerme, yo feliz por lograr hacer que lo leyera y hasta Mu fue feliz porque su historia fue contada…
La travesía de Mu por nuestros celulares es cómica e inspiradora, espero, pero lo que realmente quiero resaltar con esta historia es la importancia de la literatura y el tiempo que se comparte con los seres queridos. Por dicha, yo disfruto de los dos en un comodísimo combo.
            Lean porque las palabras dentro de un libro no están para verse aburridas. En ellas hay historias que los puede llevar lejos de casa, hay descripciones que les puede hacer ver con detalle cómo luce una aldea en medio de los bosques centroafricanos e incluso estimular el subconsciente y regalarles sueños increíbles.
            Los cuentos enseñan siempre algo, a veces ya lo sabemos pero lo hemos olvidado o ignorábamos su importancia. Les prometo que leer no será nunca una pérdida de tiempo y un cuento ni tiempo toma en ser leído.
            Compartan. Un cuento me enseñó una vez (mentira, me lo enseñó mi mejor amigo pero en el contexto suena mucho mejor así) que el tiempo va tan rápido que cada segundo que vivimos ya pasó. Cuando uno piensa en lo que está viviendo ya han pasado muchos segundos desde que empezó a pensarlo… así que es mejor aprovechar y compartir ese resbaladizo tiempo con los que nos importa de las maneras que más nos guste.

           
           
Fin

lunes, 19 de diciembre de 2011

Costa Rica consume LSD - IV y V Partes


Adicción

Todos los participantes consultados aseguran que esta droga no es adictiva y que no sienten necesidad de volverla a consumir. Sin embargo, todos volverán a hacerlo.
La Dra. Rubio, al igual que los teóricos Cohen y Cashman, aseguran que esta droga no provoca ningún síntoma de adicción.
Luis y Sofía insistieron durante el proceso de entrevistas en invitarme a probar la droga, “debe experimentarlo por usted mismo o no va a poder explicarlo”. No aceptaron ninguna de mis explicaciones sobre principios y miedos e insistieron hasta el final del contacto. No la probé.
La Dra. Rubio aclara que los usuarios “no se desesperan por volver a dosificarse, no provoca ningún tipo de ansiedad. Tal vez sí sea adictivo psicológicamente, porque les gusta mucho la sensación de estar bajo sus efectos.”
Aunque la droga, o la falta de ella, no genere un deseo físico o produzca el síndrome de abstinencia, la mayoría de los que la prueban, la vuelven a consumir y en algunos casos incluso la recomiendan. Sobre este comportamiento no existen investigaciones a nivel costarricense mas Cohen menciona en su trabajo Historia del LSD la movilización social de recomendar su consumo.
Rubio también destaca la labor del descubridor del LSD, el Dr. Albert Hofmann, por haber probado los efectos de la sustancia en su propio cuerpo (aunque de manera accidental en un principio) y su intensa recomendación para que todos los investigadores que fueran a trabajar con la sustancia la utilizaran también. “Es muy raro, y admirable, que alguien que investiga una sustancia la pruebe en sí mismo”. (Ver recuadro)
Los científicos se la recomiendan entre ellos, los usuarios la recomiendan a otros y la mayoría repite el consumo. Entonces, ¿realmente no produce adicción?, ¿existe alguna adicción psicológica?, ¿es una moda?, ¿por qué se promueve y se reutiliza tanto?
Son preguntas que parecen no ser importantes para las instituciones especializadas en drogas en Costa Rica.
La Dra. Ramos del Centro Nacional de Intoxicaciones asegura que se lleva a cabo una tóxico-vigilancia de acuerdo al número de llamadas que está relacionado a cada droga. En caso de recibir una llamada relacionada al LSD se accede a una base especial de toxicología y se da soporte sintomático, “cada paciente y cada situación es distinta, se dan atenciones individualizadas”.
La base de datos se actualiza cada tres meses, “si en un periodo corto hay prevalencia, se procede a tomar acciones y estrategias”. Pero no ha habido ninguna entrada en la lista de llamadas sobre el LSD desde hace más de 22 meses.



Responsabilidades



El LSD no es tóxico, su ausencia no genera el síndrome del abstinencia, su consumo no provoca complicaciones médicas inmediatas y no hay procedimientos científicos para detectar la presencia de la sustancia en el cuerpo humano en manos de las autoridades costarricenses.
            Por lo tanto, la demografía de sus usuarios es desconocida, la cantidad de accidentes producidos por su consumo también y la información que se puede encontrar en instituciones de salud y drogas es muy poca.
            De los consumidores, solamente Luis conocía los alcances del LSD, su manera de actuar en el cuerpo y su origen. Los otros tres tenían ideas vagas o referencias de otras experiencias.
            Diego aprovechó la ocasión para pedir información y Sofía y Carolina aseguraron estar algo informadas pero no dieron mayores detalles.
            Las fiestas de música electrónica son los principales lugares de consumo. Algunas personas van a trabajar, a sus casas o a estudiar aún bajo sus efectos porque este puede durar hasta doce o trece horas.
            Luis asegura que no es difícil mantener la concentración y que está algo acostumbrado.
            En algunas ocasiones se realizan fiestas privadas que llegan a durar hasta 36 horas y se realizan en locaciones secretas en zonas montañosas o casas de habitación.

            La fiscalización de esta sustancia es compleja; no huele, no tiene sabor ni color; o sea, es prácticamente indetectable y se consigue de “mano en mano”, se oculta fácilmente y se puede llevar  miles de dosis en un simple cuaderno.
            Los datos del ICD son prueba de ello. En una fiesta con una asistencia de 150 personas, pueden circular aproximadamente 300 dosis y en el 2008 solo se decomisaron 177.
La Ley 8204 Sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo debe ser aplicable para el LSD pero se deben desarrollar técnicas que permitan su real y efectiva aplicación.
El LSD sí se consume en Costa Rica, sí tiene efectos negativos y sí puede brindarle beneficios a la salud del país, pero es una de las drogas más ignoradas, menos exploradas y con menor rastro de información en las principales instituciones sanitarias y especializadas del país.
            Prácticamente su consumo es un mito y, para la mayoría, las consecuencias se conocen de manera empírica.


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lunes, 12 de diciembre de 2011

Costa Rica consume LSD - III Parte

BENEFICIOS Y PERJUICIOS

            A nivel físico, el ritmo cardíaco y la temperatura aumentan cuando el efecto del LSD se activa. Si una persona sufre alguna enfermedad cardiológica, como la presión alta, y consume esta droga puede llegar a sufrir una crisis hipertensa que puede provocar un derrame cerebral e incluso un infarto. “Todo depende de la salud y estilo de vida del que consume”, sostiene la Dra. Rubio.

El Dr. Sidney Cohen en su obra The Beyond Within (traducido a Historia del LSD) concluye que los bad trips pueden guiar a una persona a cometer suicidio, homicidios, sufrir accidentes o perder la cordura por impacto emocional.

            Luis y Sofía, ambos consumidores, están conscientes de ello y aseguran que es un peligro real. Ella agrega que es preferible que las personas que consumen por primera vez lo hagan rodeados de personas de confianza y en lugares seguros porque si se llega a requerir un servicio de emergencias, es la compañía sobria la que debe buscarla.



            Luis, por su parte, sufrió una contractura estando bajo los efectos de la droga y asegura que su sensación de dolor fue el doble de la que debió sentir; además, en otra ocasión intentó practicar yoga aún con los efectos del ácido pero no logró mantener el equilibrio y cayó con todo el peso de su cuerpo sobre uno de sus pies.

Diego es un estudiante de arquitectura de 23 años y durante el efecto de su primera experiencia con LSD sufrió de una hemorragia nasal. La sangre en su ropa y el enchapado del baño le causó gracia e incluso llamó a su hermana para anunciarle su prematura muerte.

            En una revisión posterior al efecto de la droga se descubrió que su nariz estaba rota por dentro por alguna lesión por el frío o contacto, se descartó una relación con la droga. “Como buen chico de la Generación X busqué en Google “lsd hemorragia” y lo primero que me salió fue: “El LSD causa hemorragia cerebral”, no paraba de reírme.”

            Rubio también señala que uno de los daños a largo plazo que puede sufrir el consumidor es el llamado flashback. (Ver recuadro). Los efectos negativos pueden verse aumentados si se combina su uso con otras drogas o alcohol.



Los cuatro consumidores consultados han mezclado su consumo con alcohol y en algunos casos marihuana.   Eduardo, vendedor, explica que todas las drogas consumidas van a surtir algún efecto en el consumidor pero que el LSD domina.

“La marihuana lo pone a uno más tranquilo y relajado, mientras el LSD lo hace a uno ver todo bonito. Es una buena combinación.”, afirma Sofía.


La Dra. Rubio explica que el efecto de otra droga aumenta las posibilidades de sufrir accidentes o complicaciones médicas.

            En cuanto a los beneficios hay una larga lista en la bibliografía consultada y una diferente para cada entrevistado. Eso se debe, según los estudios, a que la droga actúa diferente para cada persona y situación.

            Los consumidores consultados para este reportaje dijeron que el consumo del LSD les beneficia porque:

-       “Aumenta mi creatividad y percepción.”
-       “Me da otro punto de vista. Una se da cuenta de que tal vez puede ver la realidad de otras formas.”
-       “El efecto mental es muy profundo, me hace analizar la vida desde diferentes puntos de vista, algunos feos y otros maravillosos.”
-       “Es recreativo”


 Algunos teóricos, como los doctores Cohen y Cashman, aseguran que los beneficios más palpables están en la psicoterapia. Según sus estudios, el LSD ayuda a mejorar la concentración de los pacientes, la confianza con su tratante y la memoria. Además, si se administra correctamente puede ayudar en los partos y a superar los dolores de algunos tipos de cáncer terminal.
     
La Dra. Rubio es favorable a esta última práctica. Asegura que en el medio aún se discute la legalización de estas sustancias para tratar el dolor crónico ya que algunas investigaciones arrojan resultados prometedores en ese campo.
La discusión sigue a nivel mundial. Aún no es legal en ningúna parte para tratamientos generalizados pero sí para la investigación.




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Costa Rica consume LSD - II Parte

LA DROGA PASA CASI DESAPERCIBIDA

En el Instituto sobre el Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) no tienen registros de consumidores en Costa Rica en la última Encuesta nacional sobre el consumo de drogas 2006. La única aparición del LSD es en la décimo octava tabla donde se muestra que el 0,1% de la población ha escuchado sobre esta droga.


            De igual manera el Centro de Documentación e Información se negó a proveer información sobre el consumo de LSD alegando que por ser tan bajo el consumo en Costa Rica, el instituto no registra ni investiga sobre el tema.
            El Centro de Información del Ministerio de Salud no muestra ningún registro de investigaciones realizadas sobre esta droga tampoco; se obtienen los mismos resultados cuando se consultan otros estudios.

            En El plan nacional sobre drogas del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) se menciona que con la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes el LSD ha sido incluido en el grupo de drogas a fiscalizar a nivel internacional.


  
La ICD también presentó un informe llamado Situación nacional sobre drogas y actividades conexas (2010) en el cual se presenta la cantidad de decomisos de LSD en el país desde 1990.

Solamente en tres años se han registrado decomisos; en el 2000 se recolectaron 1046 dosis de LSD, al año siguiente 277 y siete años más tarde, en el 2008, solamente 177 dosis.


Y el Centro Nacional de Intoxicaciones (CNI) solamente registra tres llamadas de emergencia por consumo de LSD en el 2009, según la Dra. Ramos, ninguna se reportó durante el 2010 y tampoco se han registrado en los primeros nueve meses del 2011.

Al respecto, la Dra. Rubio asegura que esta sustancia no es tóxica, lo cual es sostenido por el Dr. John Cashman en su obra El fenómeno LSD. Sin embargo, asegura, eso no la hace menos peligrosa.




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lunes, 5 de diciembre de 2011

Costa Rica consume LSD - I Parte

Efecto dura más de 12 horas
COSTA RICA CONSUME LSD

§  Consumidores se enfrenta al paraíso y la paranoia
§  Una onza alcanzan para drogar a 300mil personas

“De pronto todos se quebraron en miles de partes y el tiempo se congeló, fue como si se separara cada color y textura de lo que estaba viendo.” Luis es un oficinista de 23 años, y vecino de Tibás, él ha consumido Dietilamida del ácido lisérgico, o LSD, unas 200 veces en cinco años.

            El LSD es una droga semisintética que actúa en el Sistema Nervioso Central y es producida en laboratorios a partir de la ergolina extraída de los granos del centeno, específicamente del hongo Claviceps Purpurea. Según la Dra Gloria Rubio, esta “provoca alucinaciones, ilusiones y cambios de personalidad… Es todo un viaje, como ellos mismos lo llaman.”

            En algunos laboratorios clandestinos de los Estados Unidos se ha reportado que se utiliza la ergocristina como sustituto cuando no es posible trabajar con la ergolina, el compuesto original.

            El tipo de estas alucinaciones e ilusiones dependen del entorno, la compañía, el estado de ánimo e incluso la suerte de quien lo tome. La ciencia ha identificado, grosso modo, dos posibles reacciones: el good trip (buen viaje) y el bad trip (mal viaje).

            El good trip es el más común de los efectos y es por el cual esta droga se ha hecho famosa. Eduardo, un universitario de  24 años, consumidor y una vez vendedor describe así este efecto: “Le abre la mente a uno a cosas que generalmente no puede ver o sentir. Lo pone a pensar demasiado en cosas en las que antes no pensaba, es como abrirse un tercer ojo.”

GOTEROFINAL.jpg            Sofía, alguna vez su clienta, es una joven herediana de 22 años que experimentó una vez con el LSD recrea el momento en el que le hizo efecto la droga: “No me hizo alucinar  sino que todo vibraba y veía cosas bonitas, me hacías sentir rico.”     

El estado de  bienestar que produce esta droga es diferente en cada ocasión y para cada persona. Sofía se sorprendió al descubrir que nada de lo que le habían dicho                    sucedió sino que vivió  una experiencia única y placentera hasta casi                                              a casi el final del efecto.
           


El bad trip es su contraparte. Cuando una persona consume el ácido, como también se le conoce, y no se encuentra en un estado anímico favorable, en un lugar cómodo o simplemente topa con mala suerte, su cerebro hará de las siguientes doce horas un calvario.

            Carolina, oficinista de 24 años, tuvo una mala experiencia cuando sintió que nadie quería que ella estuviera ahí y “veía gestos de desagrados de parte de ellos, y era hacia mí específicamente.”

Luis, que perdió la cuenta después de su centésimo viaje y calcula haber consumido LSD 200 veces, también los ha experimentado.

             En un viaje a la montaña con algunos amigos, Luis empezó a sentirse solo y odiado. Horas antes de tomar el ácido había discutido con uno de ellos y ahora sentía que lo querían asesinar. “Escuché que decían que me iban a matar y desaparecer”.



            Y Sofía solo vivió un bad trip al final de su primera experiencia. Cuando el efecto estaba por terminar, empezó a tener un molesto tic que le hacía girar leve pero agresivamente la cabeza. Cada vez que la giraba, el efecto parecía incrementarse, comenzó a sentir angustia y ganas de salir de él.

            El mayor problema con el que se encuentran los que experimentan un bad trip es que este puede durar la totalidad del efecto, hasta doce horas, dejarles secuelas emocionales o incluso provocar accidentes u otras desgracias.




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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Costa Rica consume LSD - Introducción


INTRODUCCIÓN


El presente es un reportaje instructivo sobre el consumo de la Dietilamida del ácido lisérgico, conocida como “ácido” o “LSD”, en Costa Rica.
            El reportaje contiene información histórica, científica, testimonial e ilustrativa sobre cómo funciona la droga, sus efectos en el cuerpo a corto y largo plazo, y sobre los consumidores y sus experiencias. También contiene aportes científicos de médicos y estadística de varias instituciones estatales como el Centro Nacional de Intoxicaciones (CNI), el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) y el Ministerio de Salud.
            La información científica presentada fue aportada por profesionales en medicina y la bibliografía consultada en la Biblioteca de Salud de la Universidad de Costa Rica, el Centro de Información del Ministerio de Salud y la Ley 8204.
            Como refuerzo adicional a los datos contenidos en este reportaje, se tomaron referencias del documental televisivo Inside LSD de la National Geographic y el cuarto episodio de la serie Hooked: Ilegal drugs de The History Chanel.
            Los testimonios presentados fueron recolectados en una serie de entrevistas a cuatro consumidores de LSD y un vendedor. Todos pidieron no ser identificados y las entrevistas se llevaron a cabo durante dos semanas en sus casas, por teléfono, Internet y en puntos de encuentro acordado con ellos. Esto por solicitud explícita de los participantes. Sus nombres han sido cambiados.
            La investigación se realizó entre el 27 de octubre y el 10 de noviembre de 2011 y en los cantones de San José, Montes de Oca, Goicoechea, Vázquez de Coronado, Tibás y Moravia de la provincia de San Jose en Costa Rica.

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viernes, 25 de noviembre de 2011

Un final rosado

Con este cuento participo en el 15to Concurso de Cuento Corto de 89decibeles.com


Así es como Lucía fracasó en su misión por salvar al mundo.
        Desde una gran roca vio cómo se acercaba una burbuja gigante que engullía todo a su paso, la observó con temor hasta que empezó a subir por la ladera. Cuando intentó alejarse de la nube tropezó y creyó ver como el zacate se volvía azul.

            Vivió una linda infancia, tuvo suficientes juguetes y una familia normal: Un padre soltero, dos hermanas mayores y un tío ciego. Todos vivían en la antigua casa de la abuela donde el olor a madera vieja arreglaba todas las angustias de mundo exterior.
            Cuando crecieron y empezaron a caminar solas por el mundo, se perdió. La lejana felicidad de sus hermanas, el entierro de su padre y el incendio de la casa la arrojaron a un mar de jeringas usadas y duendes blancos.
            El día de la nube ella viajó con su compañía habitual a una montaña al oeste de la capital, llevaban suficientes sustancias para pasar un fin de semana relajado y escapar de la cotidianeidad, que consistía en hacer lo mismo en un bar.
           
            Cuando se levantó, recibió en la cara los golpes de muchas ramas agitadas por la fuerza del viento dentro de la burbuja. El aire era tan denso que era imposible respirar.
            La burbuja se rompió cerca del claro del bosque porque uno de los árboles era muy alto. Lucía corrió hacia el agujero. Corría rápido pero se cerraba y la burbuja se alzaba demasiado alto. Alrededor suyo corrían las demás criaturas del bosque desesperadas por encontrar oxígeno.
            Duendes, hadas, piedras con colas de ardilla y unicornios enanos, todos corrían con ella porque solo ella encontraría la salida.

            Ya hacía más de un año que no se molestaban en preparar la tienda de campaña, lo apilaban todo contra un árbol, tomaban lo que querían y caminaban por el bosque. Eran libres.
            Lucía se reía de sus próximas hazañas aún antes de comenzar el viaje porque sabía que nadie había llegado tan lejos como ella, cuando llegó su turno, metió la mano en dos bolsas, cerró los puños y se los llevó a la boca.
            Sofía y Daniel se quitaron la ropa y caminaron en dirección opuesta.

            Todas las alegrías, tristezas, enfermedades, curas, amenazas y esperanzas de la humanidad pendían dentro de una débil telaraña al otro lado del río. Lucía entendió que debía rescatarlos y devolverlos a donde pertenecían, solo así se podría deshacer de la burbuja.
            El río era rosado, por supuesto, porque el rosado es el color de los ríos que observan cómo Lucía salva al mundo. Un puente de aire y agua se formó y cuando ella subió vio cómo las ciudades se hundían en infiernos verdes, el cielo se tragaba el mar, llovían cuerpos humanos y…

            Una piedra detuvo el cuerpo de Lucía por la cabeza, la encontraron los equipos de rescate dos días después.


Marqo Adrián